¿Sabías que el cacao y el chocolate eran desconocidos en Europa hasta la llegada de los españoles a América? Hoy, el chocolate es una de las delicias más apreciadas por adultos y niños de todo el mundo. El árbol del cacao, originario de las zonas tropicales de Hispanoamérica, es cultivado en México, Venezuela, Ecuador y Colombia.

Existen varias leyendas indígenas sobre el origen divino de este popular alimento. La más famosa cuenta que Quetzalcóalt, dios azteca del viento, le regaló semillas del árbol del cacao a los hombres y, de esa forma, este arbusto creció sobre la tierra. Gracias a su origen divino, existía entre los aztecas la creencia de que su consumo impartía poder y sabiduría. La historia del chocolate es muy curiosa. Durante su cuarto viaje, Cristóbal Colón se encontró en la costa de Yucatán con una embarcación indígena que transportaba unas semillas que eran utilizadas como monedas. Este fruto también era el ingrediente principal de una misteriosa bebida sagrada, el "tchocolath". Años después, el conquistador Hernán Cortés fue el primero en probar la "bebida de los dioses" en la corte azteca del emperador Moctezuma. La preparaban mezclando el cacao con maíz, vainilla, miel y canela. De vuelta a España, Cortés elogió sus cualidades, pero la nueva bebida no fue bien recibida por su sabor amargo. Los primeros granos de cacao llegaron al Monasterio de Zaragoza en 1522, junto con la receta para preparar el chocolate. Sólo cuando se le añadió azúcar de caña empezó su rápida propagación dentro del continente europeo.